Contrastando hipótesis
Nuestras hipótesis iniciales eran las siguientes:
1.- Consideramos que el joven que trabaja, por disponer de menor tiempo libre, probablemente tenga menos posibilidades de ser creativo. Y, por contraposición, aquel que cuenta con un mayor lapso librado al ocio, sea más proclive a la creatividad.
2.- Estimamos que el grupo de pares de referencia de los jóvenes creativos no visualiza al arte como una actividad de realización humana, entendiendo por realización también los aspectos económicos, cuyo peso -sobre la selectividad educativa- está harto documentado.
3.- Entendemos que el liceo no propicia la creatividad en los individuos. Por consiguiente, todo pensamiento divergente (ser creativo, artístico, etc.) será condenado, no ya por la institución como tal, sino por su grupo de pares. Grupo que ha introyectado como propios los valores de la institución liceal. Para toda persona creativa, pues, las tensiones en juego en el duelo por identidad se ven incrementadas, ya que le resulta inevitable su proceso de individualización y, por ende, de divergencia para con los grupos que integre.
Con respecto a la primera hipótesis, inferimos que la falta de tiempo por razones laborales ni incrementa ni disminuye la capacidad creativa. Tanto entre los que trabajan, como entre los que no, el porcentaje de creativos se ubica en el entorno del 60%.
Acaso esto se deba, entre otros factores, al vínculo que el adolescente mantiene con su núcleo familiar, obteniendo así un respaldo para sus actividades creativas. Hecho que evidencia los efectos del duelo de los padres de la infancia, es decir, la imprecisa autonomía en que se instala la adolescencia: por un lado, el adolescente trabaja y se autonomiza, pero sostiene vínculos que -a la vez- lo mantienen dependiente.
Nuestra segunda hipótesis apuntaba a la visión que el entorno de los adolescentes creativos (su grupo de pares) tenía de ellos. Y, por sobre todo, a considerar si los aspectos económicos (en lo atinente a la realización de la persona) eran percibidos como sustanciales en ese área (en el de la creatividad).
Cuadro A
La medición de estas apreciaciones fue efectuada entre los adolescentes no creativos.
Constatamos que aproximadamente la mitad de los adolescentes no creativos manifestaron que (a través del arte) pueden realizarse económicamente (ver Cuadro A). Lo que nos habilita a razonar sobre el nivel de desconocimiento de la realidad socio-económica y una ingenuidad perceptible respecto al manejo de la realidad de su entorno.
No deja de ser llamativo que, de los adolescentes creativos, obtuvimos idéntica percepción respecto a este tema. Es decir, consideraban (en porcentajes similares) que la actividad creativa es redituable económicamente.
Previo a la contrastación de la tercera hipótesis, es necesario realizar una pequeña disgresión, para aclarar cómo obtuvimos y procedimos a leer los datos referidos a ella.
En el diseño de la encuesta de la que obtuviémos la información que estamos analizando, previmos dos formas de evaluar la percepción que los adolescentes poseen del liceo como ámbito propicio (o no) para la creatividad.
En la primera, mezclada con varias opciones (en realidad, distractores) que respondían a la pregunta: ¿Qué ambientes te parecen más propicios para la creatividad? se ubicaba al liceo como uno de ellos, aportándonos una estimación de punto. Y, en la segunda, intentábamos lograr -para mayor precisión- una estimación de intervalo. Así, propusimos que contestaran (por SI o por NO) a la existencia de una lista de cinco actividades artísticas concretas en el ámbito liceal.
Sólo uno de cada cuatro estudiantes (en la medición de punto) consideraron al liceo como lugar propicio para la creatividad. En cambio (en la medición de intervalo) el 42% de los adolescentes percibió esa institución educativa como un lugar propicio para la creatividad.
Cuadro B
Las columnas ubicadas bajo la pregunta ¿es propicio? pertenecen a una medición de punto;
las restantes columnas, a una medición de intervalo.
En definitiva, como claramente se observa en el Cuadro B y en la Gráfica 1, la apreciación (respecto a si el liceo resulta ser un espacio propicio para la creatividad) es de “más o menos” con tendencia a “poco”. Es decir, se confirmaría plenamente nuestra hipótesis inicial.
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